31 dic 2009

The end

Desde hace un par de meses empecé a obsesionarme con mirar a través de la ventana de los autobuses en los que viajo, siempre con una soundtrack de fondo. Realmente consigo sentirme libre hasta que debo bajar y volver a la realidad. Esta realidad grita que 2009 no ha traído cumplidas todas las promesas que alguna vez hizo cualquiera que me mirara a los ojos. Este año se ha quedado debiéndome muchas cosas, o es que simplemente yo esperé milagros que nunca aparecieron. Así que cuando este día llegue a su fin, fumaré, beberé y haré un repaso. Lo que pasará es que al principio sonreiré y luego lo que tendré es ganas de huir y de destruir todo pero sin intenciones de hacerlo de verdad. Entonces me diré que en el 2010 tendrán que cambiar las cosas.

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